Si quieres puedes consultar la página en la que contamos algo de la historia de REDCA. Te servirá para mirar hacia atrás y disponer de más contexto para entender lo que proponemos. Pero importa más el futuro y de eso va este primer post que escribimos desde una renovada web de nuestra red de consultoría artesana, REDCA. ¿El futuro? Pero, ¿quién es capaz de predecir nada hoy en día? Bueno, no se trata de predecir, sino de imaginar el futuro. Y ya sabéis que muchas veces las profecías tienden a su autocumplimiento.

El taller de REDCA en julio de 2018 en Zaragoza nos proporcionó nuevo combustible para reconectarnos y para esparcir algunas ideas de lo que queremos ser. El más reciente de Madrid nos refrendó en la intención de configurarnos como comunidad de aprendizaje, desarrollar nuestra identidad y generar algún tipo de proyecto conjunto. No pienses en REDCA como algo estructural. Imagínalo líquido, voluble, sometido a vientos de dirección y fuerza variables. Vivimos del momento presente, pero soñamos el futuro. Cada cual desde su particular perspectiva. Y sí, claro, hay un hilo en común: una manera de querer ejercer nuestra profesión. Lo denominamos consultoría artesana y lo puedes ver y sentir en esta web. Pero quizá hay tanto o más sin explicitar y que define nuestra artesanía.

Cuando miramos al futuro no queda sino hacerlo desde nuestra diversidad. El poliedro, nuestra seña de identidad, nos da pistas de que lo que queremos ser es personas únicas. Con un proyecto común. Personas diversas que ganamos en tanto que nos reconocemos como tales. Por eso la artesanía aplicada al universo consultor se resiste a un proceso de homologación. Eso sí, hablamos de señas de identidad, de prácticas profesionales y de valores. Podrás leer de todo ello en este blog que inauguramos hoy y buscar así cuál puede ser su hilo conductor.

Este pasado 9 de febrero, como decíamos, volvimos a reunirnos en Madrid en otro taller. Los talleres representan la forma más intensa en que, como colectivo, tomamos contacto. Nos vemos, sonreímos, surgen complicidades, conversaciones paralelas, acuerdos y desacuerdos. Lo que sucede dentro de cualquier grupo de personas que se dan cobijo las unas a las otras. REDCA bien podría representar nuestra paradójica zona de confort. No la subestimes, porque suele cumplir con la función de trampolín hacia la novedad, derivada del intercambio y del mestizaje de ideas.

A partir de ahora, cada dos semanas, verás que publicamos un artículo. Vendrán firmados por quienes estamos detrás de esta propuesta, REDCA. Cada cual con su estilo. Intentaremos conseguir ese hilo conductor al que aludíamos, pero concédenos el beneficio de nuestra diversidad. La tenemos en suficiente estima como para permitir alguna que otra línea de fuga.

La intención es hablar en torno a nuestra profesión. Eso se traduce en artículos que se fijarán en los proyectos, en el trabajo en red, en la autogestión, en la innovación, en el cambio, en los equipos, en la gestión de nuestros clientes o en las tecnologías. Poco a poco iremos encontrando el tono. Encontraremos parecidos y diferencias, nuevas preguntas y algún que otro incentivo para continuar con este proyecto compartido que llamamos REDCA.

En cierto modo estamos inaugurando una nueva dinámica. Sí, la mayoría de quienes somos REDCA escribimos en nuestros blogs. Es nuestra costumbre. Ahora el reto se traslada a escribir de forma poliédrica en este nuevo espacio. Estamos poniendo en marcha un blog colectivo: el blog de REDCA. Seguramente nos dará más visibilidad. De una u otra forma te acabará llegando el contenido. Lo redifundiremos a través de nuestros altavoces en redes sociales. En fin, ya sabes que nos gusta conversar. (Casi) todo es discutible y agradecemos la crítica. Nos hace pensar y afinar argumentos. Nos hace cambiar. Es alimento para el espíritu.

En 2019 abrimos nueva etapa en REDCA. Nos seguiremos leyendo, no cabe duda alguna.