Hace unos meses, el mítico diagrama de Ishikawa, popularmente conocido como diagrama de causa-efecto, se me apareció sin avisar ideando una experiencia de aprendizaje. Tengo que pedir disculpas al señor Kaoru porque de su técnica solo me quedé con la raspa. Ella me ha proporcionado un juego tremendo a la hora de generar otras dinámicas asociadas a objetivos diversos. Sigue leyendo, que te las voy compartiendo.
Dinámica 1 – A la hora de definir un problema concreto, reparando en sus causas y consecuencias principales, para después poder trabajar sus posibles soluciones. Esta forma de usar el diagrama te puede ir bien en la fase de investigación y comprensión de la situación problemática o de la necesidad de estudio. En este caso, las espinas de la parte superior hacen referencia a grandes categorías de causas y posibles subcausas asociadas. Y las espinas de la parte inferior son consecuencias y subconsecuencias asociadas a las causas anteriores con las que se conectan. El número de espinas las puedes determinar según diversos criterios de tu interés, pero como mínimo trabaja con cuatro, a conciencia.
Dinámica 2 – Cuando lo que tienes son diversas soluciones y te resulta difícil decantarte por una u otra… ¡cero estrés!, la espina de pez aparece de nuevo para darte claridad y ayudarte a priorizar cada solución que escribas, situada en un extremo de cada espina. Para ello, tienes dos opciones:
Opción A – Utilizar un único diagrama en el que cada espina es una solución de la que dependen siempre el mismo número de subespinas, que son los criterios que has establecido para valorar tus soluciones y que tienen una ponderación determinada. Así que te toca escribir las soluciones e ir anotando los puntos que cada una obtiene en los criterios que has definido. Cuantos más criterios más subespinas idénticas en cada solución. Al final, haces la suma y en la cola anotas tu solución final.
Opción B – Utiliza un diagrama de pez para aplicarlo a cada solución que se te ocurre y que te permita dar respuesta al problema que has definido junto a tu equipo. Cada espina representará un criterio y cada subespina la puntuación. Puede haber tantas subespinas por criterio como consideres. Cada una de ellas tendrá un valor que irá de uno al número que quieras (para que la cosa no se alargue mucho, te recomiendo que no pase de siete, pero tú mandas).
Dinámica 3 – En formación lo he usado en la fase de ideación de una propuesta de aprendizaje. Así, generé tres espinas principales: actividades, artefactos (formato de entrega) y tecnologías (nomenclatura que copié de Conecta13) que fui completando de izquierda a derecha para concretar las actividades, artefactos y tecnologías asociadas a una acción formativa sobre el uso del aprendizaje basado en proyectos con tecnologías:
Dinámica 4 – La metodología OKR u OKR4 Learning también puede beneficiarse de este diagrama. Si anotamos nuestro objetivo como cabeza de la espina y los diferentes key results (KR) como espinas. Estas últimas se complementan con sus subespinas que es donde definimos las actividades. A su vez, podemos organizar los KR según su prioridad, colocando los más relevantes o los que se tienen que conseguir a corto plazo cerca de la cabeza y los que no corren tanta prisa en las proximidades de la cola.
Dinámica 5 – Llévate tu espina para evolucionar soluciones a partir de la aplicación de una técnica de contraste sobre tu diagrama de pescado. En la cola sitúa el proceso, servicio o producto actual que quieres mejorar. En las espinas de la parte superior, coloca, en cada una de ellas, una característica de la que tu solución actual carece o no funciona como debería. Es decir, ve destacando todo lo negativo. En los extremos de las espinas inferiores escribe los aspectos positivos que ayudarían a superar los negativos que has anotado más arriba. Te pongo un ejemplo: sobre una aplicación móvil has anotado que no es plurilingüe, por tanto, en su espina correspondiente, pero abajo deberías anotar app multilingüe en tres idiomas.
Dinámica 6 – Para terminar, también te anoto por aquí otro uso de este diagrama para generar soluciones a partir del deseo. Sí, has leído bien. Igual te ha pasado que tienes la solución perfecta para solventar una situación (yo la llamo “solución unicornio” porque te enamora y es irreal). Lo que te propongo es que hagas uso de la espina de pez para colocar tu solución de ciencia ficción en la cola y en las espinas superiores escribas todos los componentes que de esa solución fantástica sí tienes a tu alcance.
Esto es, que los puedes aplicar u obtener sin problemas. En las espinas de abajo (que son las que te van a hacer aterrizar a la cruda y fría realidad) sitúa todos aquellos componentes de tu solución que puedes adaptar. Cuando tengas completo el dibujo con todas las informaciones, léelas con tranquilidad (y con un buen café entre manos) y piensa qué solución 100% realista podrías dar a partir de lo que sí tienes y de lo que puedes transformar de tu solución arco iris. No te lo niego, te quedará una espinita, pero menos es nada.
Si eres de las personas que están esperando el momento en el que comparta alguna tecnología para implementar alguna de las propuestas que he dejado algunos párrafos más arriba, ha llegado ese momento que anhelabas. Te presento tres herramientas en la nube para que puedas elegir:
- Jamboard: otra de las funcionalidades que Google se ha sacado de la manga puede resultarte de utilidad. Puedes invitar a tu equipo para colaborar y hacer uso de los pósits de colores disponibles para gestionar tu espina como gustes. Tendrás dos opciones para diseñarla: a mano alzada o subiendo una imagen y anotando sobre ella. ¡Ah! No tiene precio.
- Miro: una herramienta que te ofrece muchas (y cuando digo muchas quiero decir muchas) plantillas para trabajar sobre una pizarra que puede tener varios niveles (o zums de profundidad). Escoge la plantilla fishbone y úsala según tus necesidades con tu gente. ¡Aviso! De momento, la versión gratuita solo te deja generar tres pizarras.
- Canva: un editor colaborativo que te ofrece varias plantillas para trabajar tu diagrama, para que si lo del diseño no es lo tuyo te olvides.
Por si acaso, te dejo un bonus track tecnológico por si prefieres trabajar esta dinámica desde una presentación en la nube con Presentaciones de Google Drive, desde aquí puedes descargarte la plantilla que más te guste. También son compatibles con el PowerPoint de toda la vida.
¿Alguna idea para ampliar las posibles dinámicas que pueden desarrollarse partiendo de los elementos del diagrama de espina de pescado y que nos permitan aprovechar la inteligencia y la imaginación colectiva?
No te cortes y deja tu propuesta en los comentarios. Se aceptan mutaciones (ej. espinas bicéfalas, con bicolas, con espinas de diferentes medidas, etc.). ¡Gracias por adelantado!
Si el señor Ishikawa levantara la cabeza seguro que le dábamos una alegría con tanta propuesta de uso alternativo de su diagrama, ¿no crees?
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Mil gracias por los recursos (¡esas plantillas!) y por la entrada
😉
¡De nada, Amanda! Ahí me cuentas cuando lleves alguno a la práctica, a ver qué tal va el aterrizaje. ¡AbrazoT! 🙂
Diossssss, qué tiempos aquellos. Usé los diagramas de Ishikawa como un poseso en mi época de curro en empresa industrial. Muy fan, sí, señor. Qué bien que rescates usos y pongas al día esta herramienta 👏👏👏
Eskerrik asko por tu comentario, Julen! Estoy en modo «re-evolución-vintage»🙃
Qué interesantes Anita… mira que a veces la miraba y miraba y no conseguía comprenderla bien del todo pero ahora con estas posibilidades como que a uno le atrae empezar a enredar, querida.
Mil gracias
Eskerrik asko por tu comentario, Juanjo! Yo creo que son las gafas😎, en cuanto te las cambias empiezas a ver utilidades que quedaban oscurecidas por el «se utiliza así, sí o sí»