Ahora que aún conservas el moreno de tus ratos bajo el sol, obtenido en lugares de baño no simulado de olas relajantes, o en parajes con trino de pájaros reales, ha llegado el momento del ¡retorno!😨 y con él, lo de activar el botón de ON de la atención dirigido hacia los quehaceres profesionales.
Como ya sabes, soy mujer previsora, pero dispersa, así que este verano, me he regalado el libro El valor de la atención de Johann Hari, para hacer más llevadero e indoloro este “volver a la rutina artesana”. Durante su lectura, he ido subrayando con fosforito azul algunas acciones (bueno, la verdad es que muchas) que me gustaría poner en práctica para poder reactivar mi atención en el ámbito laboral.
Así que en este post, comparto contigo siete de ellas, que me parecen asequibles y útiles, por lo menos para mí (el tiempo me dará la razón de si he apuntado muy alto o me he quedado algo corta). Cópiate o personalízate aquellas que quieras.
Acción 1 – Revisión con ojos limpios de lo que se avecina
El periodo estival me suele devolver a la realidad con menos ojeras y mirada descansada. Por eso es un momento idóneo para revisar, con espíritu crítico y amoroso, los proyectos que se quedaron en mi disco duro en julio, para valorar las iniciativas que activaré en breve (en soledad o con excelente compañía), para recordar en qué y con quién me gustaría trabajar estos cuatro últimos meses del 2024.
Esta puesta a punto, con un café entre manos, dará como resultado una panorámica profesional en la que tendré potestad para modificar algunos ángulos, enfoques y colores.
Editar un Kanban, físico o virtual, clásico o “tuneado”, de cada uno de los proyectos con sus respectivas tareas puede ser tremendamente eficaz a la hora de desarrollar esta acción con éxito y de manera ágil. Tanto Genially como Canva, por citar tres tecnologías disponen de plantillas que te permitirán “poner en bonito” todo lo que necesites saber acerca de tus trabajos.
¡Ah! Y como siempre, está lo de validar si donde dije digo, ahora digo Diego. Así podré evaluar cómo ha ido la consecución de objetivos, la gestión de tiempos, la realización de tareas y el estado de mi ánimo y mi mente, al finalizar la semana, con el fin de poder tomar decisiones que me ayuden a mejorar mis niveles de satisfacción total.
Acción 2 – Practicando auto-rituales
Lo del golpe de calor se puede extender a lo laboral, así que para evitarlo, me he propuesto volver al trabajo con un horario RR (regular y realista) y con fundamento, es decir, con momentos específicos dedicados a tareas clave, donde la concentración sea mi única pareja estable posible.
Dentro de mis recién estrenados rituales matutinos he establecido: visita al gimnasio a primera hora e ingesta de un café con hielo relajado. También he fijado una hora de inicio y otra de finalización de mis tiempos de trabajo diario, considerando mis compromisos personales y mis tiempos para mí uso y autodisfrute.
Tecnologías como Toggl o Clockify, en sus versiones gratuitas, o el Google Calendar de toda la vida, pueden ayudarte a planificar tu horario y evaluarlo con posterioridad.
Acción 3 – Troceo en nuggets de las tareas
Lo de los nuggets de información igual te suena de cuando estudiabas. Consiste en dividir las tareas complejas en partes más pequeñas y asequibles que puedas ir “conquistando”. De este modo, lo que hago es coger el proyecto que tengo en el calendario y dividirlo en micro-objetivos y micro-actividades. Con esta forma de hacer, le digo a mi cerebro (vago por naturaleza) que no vale la pena procrastinar porque lo que tiene que desarrollar le va a suponer un esfuerzo de “nada y menos” como diría mi madre.
Y para evitar la indigestión por mezcla excesiva nuggets, lo de la multitarea lo he puesto en cuarentena, ya que me he enterado de que reduce el 40% de mi productividad, aumenta los errores que cometo, me fatiga mentalmente, me provoca estrés, disminuye mi capacidad de aprender, ¡todo bondades! OMG!
Trello, Planner, Notion, Todoist o Microsoft To Do son herramientas tecnológicas que facilitan mucho eso de cortar proyectos en acciones finas y listas para irse ejecutando a su debido tiempo.
Acción 4 – Recuperación del tomate
¡Sí! El tomate, además de ser una fruta y el antioxidante que tienes más mano, es el símbolo de la técnica Pomodoro que me he propuesto introducir en mi dieta detox posvacacional. En principio, me planteo 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso y voy repitiendo este patrón durante una hora o así. Pero, te confieso, en ocasiones esos 25 se me quedan algo cortos, así que me voy a los 30 o 40, aumentando, eso sí, los minutos de descanso en su justa medida. Tras las dos horas, me tomo un recreo de 20 minutos.
📣¡IMPORTANTE! Conoce tu cronotipo para saber cuando estás en modo full energy, para situar ahí las actividades que te requieran una mayor exigencia (yo soy nocturna, ¿y tú?). Con esto conseguirás disminuir frustraciones y distracciones y sumar eficiencia.
Algunas de las tecnologías que pueden facilitarte la vida en el momento de acomodar esta técnica, coger el ritmo y monitorear tu tiempo son: Focus To Do, Timestream o Tomato Timer.
Acción 5 – Poniendo freno a las notificaciones
¡Se acabó! Eso de las ventanas poperas. ¡Se acabó! Lo de las notificaciones de Teams activadas en el teléfono. ¡Se acabó! Lo de tener WhatsApp, Slack o Telegram en la pantalla principal de mi smartphone. Cada interrupción, por minúscula que sea, (ya sabes eso de… ¡será solo un segundo!) representa un costo a modo de recuperación de la atención de entre 20 y 30 minutos (¡ojito!, esto variará en función de múltiples factores como la propia persona y su capacidad de concentración, la situación, etc.).
Así que, de momento, he decidido desactivar las notificaciones instantáneas y establecer tiempos de consulta. Como ves, he activado a una desconexión controlada, por eso lo de “¡Se acabó!”… es relativo👉👈
Si no sabes cómo acabar con los continuos ¡clin!, en tu portátil, revisa estos enlaces:
- Cómo desactivar notificaciones en el escritorio.
- Cómo activar o desactivar las notificaciones web del navegador.
- Bloqueadores de páginas web: Blocksite o Freedom.
- Escribe sin distracciones con Zenpen o Calmly Writer.
En un mundo ideal, me encantaría poder elegir un día de la semana laboral e instaurarlo como DDDT o Día de mi Desconexión Digital Total.
Acción 6 – Escritorios libres de “polvo”
Lo confieso, normalmente me pongo a trabajar en cualquier lugar (ej. cafetería céntrica, biblioteca, mesa del comedor, sofá vintage, patio de casa, suelo de aeropuerto, etc.). Pero ahora soy más consciente del gran impacto asociado a mi capacidad de concentración derivado del espacio donde me pongo a crear y teclear mis quehaceres profesionales.
Por eso, me voy a buscar un sitio alejado de las distracciones (pero cerca de una cafetera) dentro de mi casa, que sea “mi tesoro” y que intentaré mantener limpio como una patena y sin cables, pósits o rotuladores pululando a diestro y siniestro.
Amenizaré mis veladas profesionales con música (que escucharé con auriculares con cancelación de sonido) lo fi, o también haciendo uso de Pluvior o Noisli.
Acción 7 – Práctica del mindfulness sin esterilla
Con la mano en el corazón ya te digo que esta es la acción que leo con la boca pequeña. Aunque el señor Hari diga que el mindfulness ayuda a poner en forma mi atención y me pueda ayudar a recuperar mi capacidad de concentración, enseñándome a notar cuando mi mente se distrae y cuando vuelve a estar presente, me cuesta un mundo apostar por esta práctica (yo soy más de baloncesto, de correr o de bailar). Suerte que Johann también aboga por la práctica deportiva regular.
Dicho lo anterior, voy a intentar dedicar unos minutos al día a practicar la atención plena haciendo uso de aplicaciones como Headspace o Calm.
Y de momento, estas serían mis siete acciones (o buenas intenciones) para ir enfundándome el mono de “consultora artesana” patrocinadas por Johann Hari. ¿Tú tienes alguna que quieras compartirme en secreto? Si es que sí, ¡comenta más abajo!P.S. Imagen generada por Microsoft Designer.
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Me parece genial y superútil este post, Ana! Sólo con leerlo me he quitado una capa gruesa de depre postvacacional y ha penetrado un rayo de luz en el gris de mi cotidioaneidad.
Muchísimas gracias!!!