Si quieres puedes compartir este contenido

La «gestión del cambio» es un tema que vuelve a nosotros como un boomerang. No me he detenido a pensar si esto se debe a ciclos específicos, como cuando en política resurge el desarrollo comunitario en tiempos de crisis y recortes en la inversión pública.

En ocasiones, cuando alguna organización me ha pedido que enfatice este aspecto en un proceso, mi respuesta ha sido una pregunta: ¿en qué momento consideráis que no hemos estado trabajando en este empeño? Esta pregunta puede traducirse de distintas maneras. Propongo dos:

  • Todos los procesos de acompañamiento, formativos, de consultoría o de coaching son, en esencia, una invitación al cambio. De hecho, todo comienza con la demanda: estamos en un lugar, queremos llegar a otro, y para eso solicitamos ayuda.
  • Percibo cierta fantasía en la «instrucción» como activadora del cambio, como si nombrar la palabra “cambio” bastara para transformar la realidad de acuerdo con los deseos de quien nos contrata.

No niego que los marcos teóricos o las reflexiones que ayudan a entender el impacto de cualquier movimiento hacia un futuro diferente puedan, en ocasiones, normalizar o sugerir caminos. Sin embargo, tengo dudas sobre su verdadero impacto.

Esta semana concluí una sesión de formación (para poner en contexto: online, de 90 minutos, con 150 participantes, trabajadores/as de un sistema en una situación compleja). La respuesta más repetida a la pregunta ¿Cómo te vas de esta sesión? fue Igual. En ese momento comencé a pensar en cómo podría haber planteado algo distinto y con más impacto, aunque admito que la «resaca» no ha sido del todo negativa. Reflexiono sobre la reactividad emocional, cómo a veces nos compramos fantasías y creemos que aportar ideas siempre será generativo y nunca irritante; también sobre el impacto de los mensajes breves, directos y críticos, frente a la riqueza de los matices complejos y reflexivos. Siento que todavía tengo mucho por aprender de esta experiencia.

Solo un día después compartí otro espacio formativo, esta vez en gestión de conflictos (contexto: presencial, tres horas, con seis personas, miembros de un Consejo Rector de una cooperativa industrial). Al principio, cuesta; hay una resistencia a reconocer que lo que estamos trabajando empieza a ser de interés y hasta práctico; algunos se ríen… y, poco a poco, vamos tejiendo la conversación. Uno de los compañeros está atrapado en una situación que no logra desbloquear y la trae a colación repetidamente. La primera parte de la sesión está enfocada en conectar con los contenidos, experimentarlos, pero no conseguimos que esta persona cambie su posición.

Durante el café, con parte del equipo presente y desde la confianza, le confronto con más intensidad. Utilizo el marco de trabajo para mostrarle su estancamiento. Otros compañeros empiezan a verlo con más claridad; un tercero se involucra y empieza a compartir su propia situación, a veces comprendiendo, otras cuestionando y provocando. En este espacio, todos estábamos poniendo las cartas sobre la mesa.

De vuelta a la sala, la última hora fue trepidante, real. La comprensión de las dinámicas y de las trampas que impedían el avance fue profunda. Yo me sentía bastante lúcido, pero creo que era compartido; todos, cada uno a su manera, éramos capaces de dar un paso más allá.

Terminamos hablando de la necesidad de apostar para comprender los sistemas complejos. Solo cuando hacemos una apuesta en el mus empezamos a intuir las cartas del resto de los jugadores. En estos procesos, para movernos de un lugar a otro, necesitamos mostrarnos, arriesgarnos, creer de algún modo y asumir que, si las cosas no se mueven, también es responsabilidad de cada uno de nosotros.

En un espacio hablamos de la letra de la canción; en el otro, la bailamos.

Fuente de la imagen.

Asier Gallastegi

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continuas navegando estas dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies