Una de las tipologías de proyectos que más me solicitan desde la vuelta a la presencialidad en Innovación Colectiva es el del co-diseño. Con este post voy a compartir 5 pistas (y un bonus de experiencia) para que se pueda conocer el enorme potencial que tiene.
PISTA 1- El co-diseño es co-creación
Un co-diseño es un laboratorio vivo a través del cual una representación de las personas y entidades implicadas (en adelante, ecosistema) en un nuevo proyecto participan para darle forma y, en definitiva, co-crearlo de forma colaborativa.
Comienzo por aquí porque suele ser lo que da más miedo: sí, efectivamente el co-diseño implica la participación activa de agentes que van a definir lo que podría hacer la entidad que lo promueve. Pero precisamente esa es la enorme riqueza de este proceso: la co-creación colaborativa del ecosistema es justo lo que permite que sea un proyecto genuinamente colaborativo y por lo que va a generar una atracción sincera.
El enfoque del co-diseño promueve el conocimiento compartido de las necesidades, preferencias, deseos, creencias, origen y valores del ecosistema, lo que permite orientar las aportaciones de las/os participantes de manera empática (y empírica), ofreciendo respuestas y soluciones derivadas de una comunicación permanente y bidireccional con quienes comparten la experiencia de co-creación.
PISTA 2- El co-diseño es toma de decisiones
Generar un espacio participativo dirigido a la toma de decisiones en los momentos iniciales (o de redefinición) de un proyecto es crucial para que los futuros protagonistas comiencen a sentirlo suyo de manera experiencial.
El proceso de innovación abierta en el que se instala la lógica del co-diseño requiere el compromiso de la entidad promotora de llevar a cabo acciones consecuentes con los resultados de la acción de co-creación. De hecho, la responsabilidad de cubrir las expectativas que genera este proceso requiere de agilidad en la toma de decisiones posterior al propio co-diseño.
Reducir la incertidumbre incluyendo un conjunto de actuaciones previstas, con fecha y propósito de cada una de ellas, permite a las/os agentes aumentar la credibilidad y la confianza sobre el proyecto. Y si esas actividades han sido propuestas por el ecosistema, mejor que mejor.
PISTA 3- El co-diseño es confianza
Provocar espacios de diálogo entre agentes empresariales, sociales, culturales, representantes de la administración pública o de “la academia” (universidades, centros de FP, escuelas de negocio…) en una actividad colaborativa permite generar un clima constructivo y de confianza en torno al proyecto.
Facilita la aparición de necesidades genuinas, permite validar hipótesis y desafíos previos, tiene capacidad para generar contenidos innovadores basados en la empatía de todos los sectores representados y promueve las colaboraciones y oportunidades entre agentes del ecosistema, más allá del proyecto de co-diseño que los une. El co-diseño tiene, por tanto, un enfoque participativo y bottom-up que ofrece resultados tangibles y diferenciadores para la entidad promotora.
PISTA 4- El co-diseño es estrategia
Un co-diseño es más que una herramienta. Es una estrategia. Incorporar en fases tempranas de un proyecto al ecosistema que se considera clave en el desarrollo del mismo convierte al co-diseño en una experiencia interdisciplinar en el que a cada participante se le otorga un papel relevante que le permite contribuir al proyecto colectivo.
Si en la estrategia de un nuevo proyecto se requiere la participación y colaboración activa de otras personas y agentes, el co-diseño se torna en el medio principal que permite que, en el futuro, el coste de convocar a la participación y colaboración de esas personas y agentes sea mucho menor. La activación de un ecosistema ligado a un proyecto distribuye la fuerza de las convocatorias, siendo esas mismas personas y entidades implicadas en el mismo las primeras que provocan la participación y la que hacen de altavoz y de “imán” para que las actividades tengan vida.
PISTA 5- El co-diseño es negocio
Un proyecto compartido con decenas de entidades y personas implicadas, con intereses afines, con inquietudes similares e implicadas en un proyecto común es una fuente de oportunidades para generar colaboraciones productivas. Es decir, generar negocio. El entorno de confianza que el co-diseño proporciona hace que el match entre ofertas y necesidades se encuentren de cerca.
La responsabilidad de la entidad promotora del co-diseño y, por tanto, del ecosistema que lo envuelve, es controlar indirectamente la calidad de las transacciones para mediar en los posibles conflictos que puedan sucederse, que también aparecerán. Pero sobre todo, la entidad promotora tendrá que saber para poner en valor esas colaboraciones positivas, que serán las que más, para justificar con hechos que dicho ecosistema es productivo. Y esto inevitablemente hará que más entidades y personas quieran ser parte de este movimiento. “Es el mercado, amigo”.
BONUS
Dejo por aquí enlace a un proyecto de co-creación de un Hub de Innovación en el sector Salud, que tengo la suerte de coordinar y diseñar como empresa de consultoría a través de una estrategia de co-diseño. Es una web viva que va a ir evolucionando conforme pase el tiempo, pero a día de publicación de este post refleja el momento en el que se encuentra: un proyecto co-diseñado por 97 agentes (entidades y personas vinculadas al sector), donde el plan de acción a llevar a cabo va a venir determinado por los resultados del mismo.
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